De entre todas las tendencias rescatadas del pasado hay una que está cobrando especial protagonismo esta temporada. El nido de abeja o bordado smocking, como se conoce en inglés, y es el progatonista de vestidos y blusas. Las connotaciones nostálgicas de este fruncido normalmente asociado a la ropa infantil, convencerá a quienes busquen un look naif y romántico este verano.
Sobre la pasarela, firmas como Loewe, Ganni (ver foto principal) o Self-Portrait lo han incorporado en prendas con el fruncido en diferentes alturas, ya sea sobre el pecho, en la cintura para marcar más la silueta, o incluso cubriendo todo el cuerpo.
La tendencia tiene una amplia presencia en las tiendas. Gracias a su versatilidad, lo podrás encontrar en vestidos lisos, de flores en las versiones más románticas y boho, o con estampados como cuadros vichy o lunares.
Imágenes: D.R.