Este verano, los vestidos se cubren total o parcialmente de encaje, con intricados patrones y bordados irregulares que aportan un toque más fresco e interesante. La tendencia los alarga hasta los tobillos, creando diseños que actualizan y sofisticam el vestido cláscico de aires hobo. Kate Spade (ver foto principal) lo combina con ropa interior negra para acentuar el contraste, dando también pistas sobre todo un abanico de colores que pueden complementar el blanco.
La propuesta de Loewe es recurre al encaje más fino y transparente, mientras que Erdem trasciende el blanco y apuesta por tonos muy saturados en tonos naranja.
Vestido de encaje, de Kate Spade (550€)
Imágenes: L’Estrop, Instagram